¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
El proceso de aprendizaje no puede ser expresado con superficialidad, al contrario pocas veces reflexionamos o comprendemos como el ser humano aprende, pues el desconocimiento de las teorías cognitivas nos hace ignorantes en ese sentido. Los principales procesos cognitivos inherentes a la naturaleza humana maduran de manera ordenada en el desarrollo humano y las experiencias pueden acelerar o retardar el momento que estos hagan su aparición, llevando finalmente al complejo proceso denominado Aprendizaje. La información (datos) que recibimos de nuestro contexto social y ambiental, es por lo general no apreciada hasta que ésta nos da utilidad.
Concepto de competencia
Pedagogía Conceptual comprende y trabaja la competencia en estas tres dimensiones, pero no como algo superpuesto o remendado, sino con la clara concepción de complementación e inter-estructuración que ellas tienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje entendido desde la tridimensionalidad de la mente humana. Desenredemos un poco esta madeja.
Actualmente entendemos que más que una línea de acción pedagógica transversalizada, la competencia es un concepto directamente relacionado con el proceso de enseñanza, tanto que la suponemos como un tipo de enseñanza, pero no cualquier tipo, sino aquella enseñanza que conduce a lo que nosotros denominamos un aprendizaje.
En este proceso educativo entendemos como competencia, a una construcción social de interacción reflexiva y funcional de saberes significativos -cognitivos, procedimentales, actitudinales y metacognitivos- enmarcada en principios valorales, que generan evidencias articuladas y potencia actuaciones transferibles a distintos contextos apoyadas en el conocimiento situacional (holístico, contextual y correccional), identificados a través de evidencias transformadas en realidad.
En la competencia podemos distinguir diferentes tipos de saberes (interacción); el sujeto es consciente de cómo y por qué se aprendió (meta cognición) y de qué formas se dan estas relaciones, además de identificar las posibilidades de mejora (reflexión). Saber, poder, y querer se alinean rumbo a un mismo objetivo (funcionalidad). Está presente un conocimiento de base, pero también un conocimiento que se desarrolla en la propia aplicación o realización de determinada actividad, dando como resultado la improvisación sustentada (conocimiento situacional). Es conveniente examinar la naturaleza del conocimiento y no sólo utilizarlo como una herramienta disponible (Edgar Morín); así los saberes implícitos en la competencia considerarían un meta conocimiento en el que se es capaz de reconocer e identificar el error y la ilusión, y un saber estratégico, que hace "referencia al saber implícito del experto que está en la base de su capacidad de utilizar conceptos, hechos, y procedimientos a fin de realizar tareas y resolver problemas".
Comencemos con capacidad. Cuando la competencia se entiende por capacidad se refiere, normalmente, a la posibilidad que el estudiante tiene de saber-hacer algo con los aprendizajes que ha adquirido en la escuela. Esta es una idea contemporánea que últimamente ha adquirido gran relevancia y es que, un aprendizaje puramente memorístico, en donde prime por encima de todo la información pero no la aplicación, es un pésimo aprendizaje, pues la información pura para muy poco sirve en la vida real, vida real llena de exigencias no sobre saberes – o mejor informaciones sino sobre haceres es decir, actuaciones concretas, claras, adecuadas y asertivas de los individuos en una comunidad.
Así, la competencia entendida como capacidad implica que nuestro estudiante aprenderá no solo informaciones, sino que será capaz de saber que puede hacer con esos conocimientos, donde aplicarlos, cómo hacerlo, porqué usarlos o porqué no, etc.
Es aquí donde las estrategias de enseñanza como docentes surgen con gran relevancia, pues el planificar contenidos que sean útiles y lúdicos para nuestros alumnos, es un reto; ubicarlos en situaciones problemáticas reales de la vida cotidiana o global y obtener soluciones y aprendizajes significativos, significa como docentes estar al lado de ellos para aprender también y reflexionar de los errores y los éxitos.
El evaluar el conocimiento no debe basarse tan sólo en lo conceptual, pero cómo evaluar los procedimientos, actitudes y valores de los alumnos, cuando en ocasiones no somos justos y nos dejamos llevar por situaciones ajenas o que influyen en una ponderación. La evaluación es uno de los temas más complejos del quehacer educativo por qué en él intervienen factores institucionales, ideológicos, metodológicos y personales. La evaluación no sólo consiste en aplicar técnicas novedosas, sino que debe llevarse a la reflexión en torno a ella desde el servicio docente, sin dejar de considerar el contexto que la rodea. Calificar, medir, acreditar, certificar, retroalimentar y tomar decisiones son facetas de la evaluación, que integradas adecuadamente en el proceso educativo pueden acercar más a los procesos de formación, pues se trata de evaluar para construir la experiencia, para intentar hacerla más cercana a lo que en verdad sucede en un proceso de desempeño de los alumnos, para que se transforme en un intento por ver, reconocer, validar, y emitir un juicio, en un momento determinado del aprendizaje asimilado, expresado y reconstruido por parte de nuestros alumnos.
A modo de conclusión
Hemos echado un somero vistazo al concepto de competencia, desde su evolución hasta nuestros días, y hemos visto como la Pedagogía Conceptual ha logrado presentar un primer intento serio de conceptualización es esta compleja materia.
Pero esto es solo el inicio. Es mucho el camino por recorrer, es mucha la información por procesar, hay bastante material que profundizar, analizar y discutir. Los invito a todos, defensores y detractores de las competencias en la educación, a que abran los espacios para el debate, el análisis y la apropiación de este conocimiento tan trascendental en nuestro contemporáneo trabajo educativo.

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